Enclavada en el norte de la península Ibérica y en el cálido sur de Europa, las aguas del Golfo de Bizkaia bañan una costa de paisajes de ensueño y pueblos pintorescos donde la gastronomía es una seña de identidad. El carácter vasco, marca una tierra con lengua y tradiciones propias, con un gran pasado industrial, que conserva cuatro Patrimonios de la Humanidad: el Puente Colgante de Bizkaia, la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, las cuevas de Santimamiñe y el Camino de Santiago. Su cercanía a San Sebastián, Rioja Alavesa, Francia y sus conexiones directas con las principales capitales del estado español y el continente europeo son otros de los alicientes para descubrir Bilbao y el territorio de Bizkaia. Una ciudad cosmopolita que se asoma al mar y a las montañas.
Fue a orillas de la Ría donde se fundó la villa de Bilbao el 15 de junio de 1.300 por Don Diego López de Haro aunque previamente ya existían asentamientos en ambos márgenes del Nervión. Estos poblados dieron origen al actual casco histórico o Siete Calles, en alusión a esas primeras vías sobre las que se articuló el Bilbao medieval. Sus nombres: Somera, Artekale, Tendería, Belostikale, Carnicería Vieja, Barrenkale y Barrenkale Barrena, hacen referencia a su situación y a los oficios que se desarrollaban.
Este primer Bilbao estaba amurallado y hoy en día todavía se pueden observar restos arqueológicos de esta muralla en el Palacio Yohn, en la calle Ronda (cuyo nombre hace referencia precisamente a ese camino exterior inmediato al muro) y en la iglesia de San Antón que está construida sobre un alcázar de la época. Esta iglesia y el puente del mismo nombre fueron durante siglos el único paso que cruzaba el Nervión, así como aduana obligada para el comercio entre el señorío de Bizkaia y Castilla. Otro icono histórico de la capital bizkaina aguarda a escasos metros de distancia: el Mercado de la Ribera, referente comercial en todo el territorio, con sus grandes franjas rojas y blancas en honor a Bilbao y su equipo, el Athletic Club.
Bilbao, icono mundial de transformación urbanística, es la primera escala de un viaje sorprendente a través del territorio de Bizkaia y del universo vasco. Indudablemente uno de los iconos turisiticos y culturales que ha puesto a Bilbao en la mira internacional es la construcción del Museo Guggenheim diseñado por el arquitecto Frank Gehry , así mismo el proceso de transformación que experimentó la ciudad tras situar a la arquitectura, el arte y el diseño como motores de regeneración. La zona de Abandoibarra que se encuentra en sus inmediaciones y que se extiende desde el puente de la Salve hasta la plaza Euskadi es el gran emblema de este cambio de urbe industrial a imán turístico.
La mejor forma de saborear y sumergirse en el patrimonio gastronómico y social del país vasco es a través del Poteo; el txikiteo con sus pintxos por los numerosos bares que se despliegan a lo largo y ancho de la zona. Una práctica cultural muy arraigada que consiste en la tradición de ir de un bar de pintxos a otro, saboreando deliciosos pasabocas y bebidas sobre la marcha.
Para los turistas existe una tarjeta con ventajas y descuentos para desplazarse por el territorio, comprar y realizar diversas actividades se llama la Bilbao Bizkaia Card, que se puede adquirir en las oficinas de Bilbao Turismo o a través de la web www.bilbaobizkaiacard.com, la cual permite al viajero acceder a promociones y ofertas exclusivas en decenas de comercios, museos, restaurantes e incluso ahorrarse las colas en el Museo Guggenheim Bilbao o el Museo de Bellas Artes. Esta tarjeta da acceso a cualquier red de transporte de Bizkaia, urbana e interurbana (metro, tranvía, tren y funicular).